La ventilación, tal como se define en UNE EN 12792, es un intercambio de aire a través de «ventanas abiertas».
Dependiendo de los hábitos, podría implicar: pérdida de energía, aire frío en invierno y aire demasiado caliente en verano, falta de control de aire de entrada con posibles contaminantes, posible aumento del ruido en el ambiente y molestias causadas por corrientes de aire.
Hoy en día la ventilación mecánica controlada (VCM) se considera necesaria debido a que las modernas construcciones no permiten la naturales infiltraciones de aire.
La consecuencia de esta hermeticidad en las construcciones repercute negativamente en la estructura y en los ocupantes.
En la estructura se manifiestan en la formación de moho y en el aumento de la humedad interior con el consiguiente deterioro.
Las consecuencias para los habitantes son:
Inicio de enfermedades en la vías respiratorias
Acumulación de contaminantes y malos olores en el interior de las viviendas.
Acumulación de CO2 con varias sintomatologías, como dificultades para respirar, dolor de cabeza, cansancio físico y sensación de falta de aire.
Por este motivo es necesario un sistema de renovación de aire a través de una ventilación mecánica controlada que restaure su balance natural y al mismo tiempo recupere la energía contenida en el aire a renovar.
Para eso tenemos los recuperadores de calor, equipos que nos permiten tener aire limpio en la vivienda minimizando las pérdidas de energía y ahorrando entre un 12% y un 25% en climatización.
Aplicaciones de esta ventilación
Los recuperadores de calor son la solución perfecta para una correcta ventilación del ambiente.
Gracias a su amplia gama de modelos permiten adaptarse a las necesidades particulares de cada usuario garantizando así un máximo confort.
Por tanto, son ideales para:
Viviendas unifamiliares y multifamiliares.
Locales comerciales y oficinas.
Centros deportivos, escolares, guarderías.
Hospitales, residencias.
Hoteles, restaurantes, camping, turismo rural.
Ventajas de estos sistema de ventilación
Renovación de aire para eliminación de bacterias del ambiente y malos olores en aquellas estancias donde la ventilación es complicada.
Reducción de la aparición de humedades de la vivienda.
Reducción de contaminación a la hora de la renovación del aire evitando la polución del exterior gracias al filtro anti partículas.
Ahorro en calefacción y refrigeración.
Bajo mantenimiento. Solo es necesario el cambio de filtros.
¿Cómo funcionan estos sistema de ventilación?
El recuperador de calor es un equipo que permite recuperar parte de la energía del aire del interior de la estancia por medio de un intercambiador de flujo cruzado.
El intercambiador de flujo cruzado permite pone en contacto el aire de entrada y el de salida pero sin mezclarse. Con este contacto conseguimos recuperar la energía del aire saliente cediéndola al aire que entra en la vivienda evitando así enfriar la vivienda en inverno y calentarla en verano.
La ventilación mecánica controlada es un sistema para el intercambio de aire dentro de un entorno cerrado (hogar, oficina, etc.).
El intercambio de aire se realiza mediante conductos de ventilación forzada conectados a las estancias mediante rejillas de succión, que extraen el aire en zonas húmedas como son baños y cocinas, y mediante difusores que introducen el aire nuevo e zonas secas como habitaciones, sala de estar y comedores.
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